Te invitamos a conocer las principales características de cada tipo de vacuna y cuáles son los laboratorios que están desarrollando las candidatas, así como toda la información sobre los ensayos clínicos.
Más de un millón y medio de personas han fallecido en el mundo a causa del COVID-19, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). En el Perú, el Ministerio de Salud (Minsa) reporta que el nuevo coronavirus se ha llevado la vida de más de 35 mil personas y que estamos próximos a alcanzar el millón de casos confirmados. En este duro escenario, la carrera por desarrollar una vacuna avanza rápidamente.
En la actualidad existen varias candidatas a vacuna en distintas etapas de desarrollo, algunas más adelantadas que otras. En total son 237 vacunas en proceso, 38 de ellas se encuentran en una de las tres fases de pruebas clínicas que se requiere superar antes de ser aprobadas y luego distribuidas. Algunas, incluso, han sido aprobadas para su uso limitado o de emergencia en ciertos países.
Estas candidatas a vacuna, por los componentes que utilizan para provocar la respuesta inmune contra el COVID-19 en el ser humano, pueden agruparse en varios tipos. Las genéticas usan uno o más genes del coronavirus; las de vectores virales hacen lo propio con un virus para administrar genes de coronavirus en las células; las basadas en proteína usan una proteína o un fragmento de la misma y las de virus enteros utilizan una versión debilitada o inactiva del coronavirus.
La mayoría de candidatas a vacuna en etapas más avanzadas se encuentran en fase 3 y son las de Pfizer/BionTech (aprobada para uso de emergencia en el Reino Unido); Moderna; CanSinoBIO (aprobada para uso limitado en China); Gamaleya (aprobada para uso limitado en Rusia); Johnson & Johnson; AstraZeneca y Oxford; Novavax; Medicago; Wuhan Institute; Sinopharm; Sinovac; Biotech y la del Murdoch Children’s Research Institute.
Te invitamos a conocer las principales características de cada tipo de vacuna y cuáles son los laboratorios que las están desarrollando, así como toda la información acerca de cómo se han realizado las pruebas y en qué punto de la carrera por encontrar la ansiada vacuna contra el COVID-19 nos encontramos.
¿Qué es una vacuna genética?
Este tipo de vacuna funciona introduciendo al cuerpo material genético (ácidos nucleicos ADN o ARN) que las células utilizan para producir proteínas virales que inducen una variedad de tipos de respuesta inmune. ¿De qué manera lo hacen? A través de instrucciones genéticas para fabricar la proteína del coronavirus conocida como ‘espiga’, la cual luego es reconocida por el sistema inmune para desarrollar inmunidad contra ella. La característica principal de este tipo de vacuna es que no necesita el virus, sino solo su secuencia genética. Las vacunas de esta clase tienen potencial para ser desarrolladas de una manera más rápida y fácil en comparación a otras. A continuación, presentamos dos candidatas a vacunas contra la Covid-19 que utilizan ácidos nucleicos.
La vacuna de Moderna (mRNA-1273) está compuesta por una molécula genética llamada ARN mensajero (mRNA por sus siglas en inglés). Codifica la proteína S encapsulada en nanopartículas lipídicas. Actualmente se encuentra en fase 3, que es una etapa clínica en la que se aplica la vacuna a miles de personas para determinar su eficacia.
Características del estudio:
La vacuna de Pfizer / BionTech (BNT162b2) utiliza ARN mensajero para estimular la respuesta inmune del organismo. Ambos laboratorios ya venían trabajando juntos desde el 2018, desarrollando vacunas con la misma tecnología para la prevención de la influenza. Actualmente se encuentra en fase 3 y acaba de ser aprobada por el Reino Unido para su uso. Asimismo, la FDA de Estados Unidos se encuentra evaluando su aprobación.
Características del estudio:
¿Qué es una vacuna de vectores virales?
Es un tipo de vacuna que usa un virus modificado como vehículo para introducir genes de COVID-19 en las células. El objetivo es provocar una respuesta inmune en el organismo.
El método de vectores virales se ha venido utilizando en vacunas contra otras enfermedades como el ébola. Entre los virus más utilizados están los adenovirus, en especial el Ad26 y el Ad5, que destacan por su potencial.
Actualmente, la tecnología disponible permite una gran capacidad de producción[i].
A continuación, presentamos cuatro candidatas a vacunas contra el COVID-19 que usan adenovirus:
Es desarrollada por la empresa británico-sueca AstraZeneca y la Universidad de Oxford. Esta vacuna está basada en un adenovirus de chimpancé llamado ChAdOx1.
Actualmente se encuentra en Fase II/III en el Reino Unido y en Fase III en Brasil, Sudáfrica y EE.UU. Se podrían entregar vacunas de emergencia en octubre del 2021. Ya se sabe que esta vacuna no necesita congelamiento.
Características del estudio:
Es desarrollada por la empresa china CanSino Biologics y el Instituto de Biotecnología de Beijing. Está basada en un adenovirus llamado Ad5.
Esta vacuna se encuentra en ensayos de fase III en Pakistán, Rusia y Arabia Saudita. Actualmente ya se está utilizando en el personal del ejército chino.
Características del estudio:
Es desarrollada por el Instituto de Investigación Gamaleya, que forma parte del Ministerio de Salud de Rusia. La vacuna, inicialmente llamada GAM-COVID-VAC, está basada en dos adenovirus: Ad5 y Ad26. Con esta combinación de adenovirus se buscó evitar el rechazo de la vacuna por el sistema inmunológico.
Los resultados de la vacuna indican una alta tasa de eficacia en los ensayos de fase III. Actualmente, la vacuna tiene un certificado de registro condicional de la regulación de salud rusa para su uso en Rusia.
Es desarrollada por la compañía farmacéutica Janssen, de Johnson & Johnson. Está basada en el adenovirus Ad26; este adenovirus ya ha sido utilizado por la compañía para desarrollar la vacuna contra el ébola[ii].
Esta es la vacuna que llegará al Perú. La compañía estima una producción de al menos mil millones de dosis en 2021.
¿Qué es una vacuna basada en proteínas?
Es un tipo de vacuna que contiene proteínas de coronavirus, en vez de material genético[i].
Algunas vacunas usan una proteína de coronavirus completa o un fragmento de proteína para provocar una respuesta inmune.
Es decir, en lugar de introducir virus completos en un sistema inmunológico, se utiliza solo un fragmento del virus. De esta manera, se estimula la inmunidad.
Algunos ejemplos de vacunas basadas en proteínas son las vacunas contra la hepatitis B y el herpes zóster.
A continuación, presentamos cuatro candidatas a vacunas contra el Covid-19 basadas en proteínas:
Es desarrollada por la Coalición para la Preparación ante Epidemias (CEPI), el Departamento de Defensa de EE.UU. y la Fundación Gates. Novavax ya ha desarrollado con éxito una vacuna basada en proteínas contra la influenza.
La CEPI ha invertido 384 millones de dólares en esta candidata a vacuna. Por su parte, en julio, el gobierno de EE.UU. invirtió 1.6 mil millones de dólares.
Próximamente, se iniciarán las pruebas de la fase III en EE.UU. Si los ensayos tienen éxito, se entregarían 100 millones de dosis en EE.UU. en el primer trimestre del 2021.
Características del estudio:
Denominada EpiVacCorona, es desarrollada por The Vector Institute, el centro ruso de investigación biológica. Esta candidata a vacuna contiene pequeñas porciones de proteínas virales, conocidas como péptidos.
Con sede en Canadá, Medicago es financiada en parte por la empresa tabacalera Philip Morris (Marlboro).
Medicago cultiva vacunas en una planta llamada Nicotiana Benthamiana, especie silvestre relacionada con el tabaco. Se entregan genes de virus a las hojas y, así, las células vegetales crean capas de proteínas que imitan a los virus.
Es desarrollada por la empresa china Anhui Zhifei Longcom y la Academia China de Ciencias Médicas. Esta candidata está compuesta por el segmento RBD de la proteína de pico (Spike) del coronavirus, junto con un adyuvante.
Científicos de todo el mundo han empezado una carrera acelerada para hallar una vacuna segura y eficaz contra el COVID-19, enfermedad infecciosa causada por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2. Uno de los esfuerzos se centra en el desarrollo de una vacuna bajo el enfoque de virus enteros (vacunas de virus vivos inactivados o debilitados).
¿Qué es una vacuna de virus enteros?
La plataforma de virus enteros plantea el uso de una versión inactiva o debilitada del nuevo coronavirus SARS-CoV-2 para generar una respuesta inmune (1) contra la enfermedad infecciosa.
Aislar y luego inactivar un patógeno es uno de los métodos más antiguos empleados por los expertos para inmunizar contra enfermedades virales. Ejemplo de ello son las vacunas contra la poliomielitis, la hepatitis A, la rabia o la influenza.
Actualmente, investigadores de diversas partes del mundo están empleando esta plataforma para el desarrollo de una vacuna segura y eficaz contra el COVID-19. A continuación, Auna explica cuáles son los aportes más relevantes.
En asociación con el Instituto de Virología de Wuhan y el Instituto de Investigación de Productos Biológicos de Beijing, la farmacéutica china Sinopharm empezó el desarrollo de su prototipo de vacuna inactivada BBIBP-CorV en abril de este año.
Para conseguirlo, la firma china aisló una cepa del SARS-CoV-2 de un paciente en el Hospital Jinyintan de la ciudad china de Wuhan.
Características de los estudios:
En abril del 2020, la empresa privada china Sinovac Biotech inició los ensayos clínicos para empezar con el desarrollo de su vacuna inactivada experimental llamada CoronaVac.
“Sinovac Biotech está utilizando una plataforma desarrollada previamente para el SARS-CoV-1 (4). El virus se cultiva en células Vero y se inactiva con beta‐propiolactona”, han dicho expertos que estudian el modelo empleado por la firma china.
También han sostenido que cuando la vacuna inactivada de Sinovac Biotech se probó en macacos Rhesus, esta fue “segura e inmunogénica” y “ofreció una protección completa contra la exposición al SARS-CoV-2, donde no se detectó ningún virus en la faringe o los pulmones”.
Características de los estudios:
La empresa india de biotecnología Bharat Biotech, en colaboración con el Consejo Indio de Investigación Médica (ICMR, por sus siglas en inglés) y el Instituto Nacional de Virología (NIV, por sus siglas en inglés), lleva a cabo actualmente ensayos clínicos para el desarrollo de su vacuna Covaxin.
La candidata a vacuna contra el COVID-19 de Bharat Biotech se desarrolla con el uso del SARS-CoV-2 inactivada de virión completo (BBV152) con tres formulaciones: BBV152A, BBV152B y BBV152C.
Características de los estudios:
Si usted requiere más información sobre el COVID-19, visite la página web de Auna, en la sección de Vacunas.
Referencias:
Recuperado de https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7597597/#!po=32.4074
Recuperado de https://jamanetwork.com/journals/jama/fullarticle/2769612
Recuperado de https://clinicaltrials.gov/ct2/show/study/NCT04612972
Recuperado de https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7115602/?report=reader
Recuperado de https://science.sciencemag.org/content/369/6505/812
Recuperado de https://www.medrxiv.org/content/10.1101/2020.07.31.20161216v1
Recuperado de https://lta.reuters.com/article/idLTAKBN28015P
Recuperado de http://ctri.nic.in/Clinicaltrials/pmaindet2.php?trialid=45184&EncHid=&userName=bharat
Recuperado de http://ctri.nic.in/Clinicaltrials/pmaindet2.php?trialid=46312&EncHid=&userName=vaccine
Recuperado de http://ctri.nic.in/Clinicaltrials/pmaindet2.php?trialid=48057&EncHid=&userName=sars-cov-2%20vaccine
Recuperado de http://spanish.xinhuanet.com/2020-11/17/c_139522903.htm
Más de 200 vacunas han comenzado el desarrollo preclínico a nivel global para enfrentar la propagación del nuevo coronavirus SARS‐CoV‐2. Desde Australia, destaca el trabajo de científicos del Instituto de Investigación Infantil Murdoch que han iniciado una investigación para analizar si una vacuna desarrollada hace más de 100 años para combatir la tuberculosis es capaz de atenuar los impactos del COVID-19.
¿En qué consiste la investigación de la vacuna BCG?
La vacuna de Bacillus Calmette-Guérin (BCG) ha demostrado su eficacia contra la tuberculosis desde su primer uso en 1921. Pero su capacidad protectora no se circunscribe solo a esta enfermedad, sino que también aumentaría la inmunidad contra una variedad de otras infecciones.
Bajo esta premisa, los investigadores del Instituto de Investigación Infantil Murdoch han iniciado un estudio denominado “El ensayo BRACE” para saber si la vacuna BCG proporciona algún tipo de protección contra el COVID-19 (1).
Desde marzo, los científicos han impulsado ensayos clínicos en fase III tanto en Australia como en Países Bajos reclutando a trabajadores de la salud. Esto, con el objetivo de cuidar la salud de los responsables de la atención en hospitales y clínicas ante la actual pandemia.
El propósito del “Ensayo BRACE” es averiguar si la vacuna BCG fortalece el sistema inmunológico e induce una protección no específica contra el COVID-19 o reduce la gravedad de esta enfermedad infecciosa en los trabajadores de la salud.
Para llevar a cabo los estudios, los científicos han puesto en marcha dos ensayos clínicos en fase III con la participación de 10,078 personas Australia y 1,500 personas en Países Bajos.
También han explicado que los resultados de los ensayos ayudarán a averiguar si en brotes virales nuevos o futuros, la vacuna BCG podría usarse como una intervención temprana para brindar protección a trabajadores de la salud y otros grupos de alto riesgo.
De hecho, otros estudios realizados en el pasado sustentan que la vacuna BCG puede proteger contra infecciones respiratorias. Por ejemplo, en Guinea-Bisáu, la BCG-Danish redujo la mortalidad neonatal por todas las causas en un 38%; mientras que, en Sudáfrica, la BCG-Danish fue responsable de la disminución de las infecciones del tracto respiratorio en un 73% (2).
Características de los estudios
Enrolamiento: 10,078 personas en Australia (fase III) y 1,500 en Países Bajos (fase III).
Edades: adultos mayores de 18 años.
Tipo de estudio: ensayo controlado aleatorio, multicéntrico, de fase III.
El Instituto de Investigación Infantil Murdoch ha informado que quienes participen en los ensayos recibirán una dosis única de la vacuna BCG o un placebo de NaCl. Se hará un seguimiento de los participantes durante 12 meses. Además, los especialistas también recogerán muestras de sangre antes de la aleatorización y a los 3, 6, 9 y 12 meses para determinar la exposición al nuevo coronavirus SARS-CoV-2.
Referencias:
Recuperado de https://www.mcri.edu.au/BRACE
Recuperado de https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7252177/?report=reader#!po=37.5000
Recuperado de https://clinicaltrials.gov/ct2/show/NCT04327206
Recuperado de https://clinicaltrials.gov/ct2/show/NCT04328441
Recuperado de https://clinicaltrials.gov/ct2/show/NCT04537663
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